sábado, 18 de diciembre de 2010

Sólo es cuestión de desahogarse.


¿A veces no os pasa que os echáis a llorar y medio mundo aparece allí, justo allí, y os pregunta qué os pasa? Lo odio.
¿Acaso no puedo llorar porque me dé la santísima gana? ¿Tenéis que venir todos a preguntar?
En esos momentos quisiera ser la persona más solitaria del planeta, no tener amigos, ni siquiera conocidos...no tener a nadie. Quisiera llorar a mis anchas, donde quisiera, cuando quisiera, sin que ni una puta persona preguntara el motivo de mis lágrimas.
Me gusta llorar y desahogarme cuando la presión y los nervios pueden conmigo. Me gusta sonreír cuando lloro. Me gusta el sabor de las lágrimas. Tampoco es que me pase la vida llorando, simplemente que me gusta hacerlo cuando no puedo más...es una buena forma de tranquilizarse y esculpirlo todo.
Quizá sea el vicio más extraño del planeta... me gusta llorar.