sábado, 18 de diciembre de 2010

Dreams


           

El rincón de los sueños de la chica estaba a rebosar. En cada papel un sueño, una estrella por tocar, un camino hacía la meta: La felicidad. Ya no cabía ni un sueño más en el tarro, así que había empezado a apiñarlos junto a este. Al principio estaban ordenados...ahora había sueños perdidos por toda la habitación. Ella se sentó en el alféizar. Contempló su habitación teñida por una marea de sueños enjaulados en un papel y soñados con un bolígrafo. No era más que eso lo que la chica necesitaba para soñar. Era triste a la par que penoso. Ella se dedicaba a soñar, a coleccionar sueños, pero no se le había cumplido ninguno. ¿De qué sirve coleccionar sueños incumplidos, sueños deshechos? Al fin & al cabo no eran más que sueños rotos que coleccionaba esta cazadora de sueños...